VICTOR DOMINGO SILVA, Al Pie De La Bandera

Agradecemos sinceramente la gran cantidad de vistas que ha tenido esta crónica literaria. Ignoramos la razón de la predilección. Estamos muy contentos porque este trabajo puede servir para rescatar del olvido un poema épico que los tiempos actuales tienden a oscurecer. Muchas gracias.

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Por Arturo Flores Pinochet

Los que ya pasaron la curva de los  60 o 70 años, seguramente recordarán este poema de Víctor Domingo Silva, largo como lamento de pobre, dedicado a inciensar la bandera chilena. Es un poema patriótico, encendido de pasión y amor, pletórico de bellas imágenes, con fervor místico, convincente. Tanto así que en aquellos benditos tiempos de escolaridad nos sometían al sufrimiento de memorizarlo. Luego lo recitábamos, pálidos, frente al curso y al profesor.

Lo increíble es que lo aprendíamos. Sin duda, el miedo es más fuerte.

No recordamos si eran pasajes, porque contemplándolo ahora suena a esfuerzo titánico, digno de un genio.

La poesía en sí llama la atención y se guarda de inmediato en la memoria. Las primeras estrofas. Posteriormente se produce un interregno que se desplaza por un campo turbulento, donde el poeta parece desvariar como un maníaco delirante, sin perder de vista, claro está, la acariciada estampa de la bandera. Al final retorna sobre el tema y cierra muy bien el poema.

Fue escrito en una época que lo convirtió rápidamente en popular. Llegó al lector común con mucha facilidad, más aun si se declamaba en el colegio.

Hoy dudamos que alguien lo recuerde o signifique lo mismo.

Recordemos, entonces, pasajes de esos versos:

AL PIE DE LA BANDERA

¡Ciudadanos!
¿Qué nos une en este instante, quién nos llama,
encendidas las pupilas y frenéticas las manos?
¿A qué viene ese clamor que en el aire se derrama
y retumba en el confín?
No es el trueno del cañón,
no es el canto del clarín;
es el épico estandarte, es la espléndida oriflama,
es el patrio pabellón
que halla en cada ciudadano un paladín.

¡Oh bandera!
La querida, la sin mancha, la primera
entre todas las que he visto. ¡Cómo siento resonar,
no en mi oído, sino dentro de mi ardiente corazón,
tu murmullo
que es alerta y es arrullo,
tu murmullo que es consejo en la tertulia del hogar
y que en medio de las balas es rugido de león!
¡Cómo siento que fulgura, con qué ardores,
la gloriosa conjunción de tus colores,
flor de magia, hecha de fuego, de heroísmo, de ideal!

¡La bandera! La soñamos inmortal
con su blanco, con su rojo y con su azul en que descuella
—perla viva y colosal—
esa estrella
arrancada para ella
al océano de luz del cielo austral.

La hemos visto desde niños, la queremos
como amamos a la novia, con supremos
arrebatos, con ternura, con unción.

Ella vive palpitante en las visiones familiares
de los días escolares,
y al mirarla hecha jirones nos parece
que ella grita al desgarrarse porque mece
lo que aún queda en nuestras almas de esperanza, de ilusión.

¡Ciudadanos!
Que no sea la bandera en nuestras manos
ni un ridículo juguete, ni una estúpida amenaza,
ni un hipócrita fetiche, ni una insignia baladí.
Veneramos a la bandera
como al símbolo divino de la raza:
adorémosla con ansia, con pasión, con frenesí,
y no ataje nuestro paso, mina, foso, ni trinchera
cuando oigamos que nos grita la bandera:
“¡Hijos míos! ¡Defendedme! ¡Estoy aquí!”

………..

Biografía (wikipedia)

Hijo de una culta familia, sus padres le inculcaron el amor a las letras.

En 1901 se trasladó a Valparaíso, ciudad donde vivió durante 15 años, fundamentalmente en la calle Taqueadero 55 de Playa Ancha. En compañía de otros escritores, fundó el Ateneo de la Juventud de Valparaíso y la Universidad Popular. Posteriormente, se dedicó a la política y fue electo diputado en 1906 por las provincias de CopiapóChañaralVallenar y Freirina. En esta misma época, inició sus publicaciones en el diario El Mercurio de Valparaíso, en donde utilizaría el seudónimo de Cristóbal de Zárate.

Fue llamado el poeta nacional, debido a que dedicó buena parte de su poesía a temas nacionales, tales como su famoso poema Al pie de la Bandera,2​ en el cual exaltó su patriotismo. Mantuvo una estrecha relación de amistad con los poetas Zoilo Escobar y Carlos Pezoa Véliz, y con los novelistas Daniel de la VegaJoaquín Edwards Bello y Augusto D’Halmar.

Ingresó a la diplomacia en 1928, siendo destinado a la Patagonia argentina, convirtiéndose en un impulsor del establecimiento de la provincia de Aysén. En 1928, viajó destinado como cónsul general de Chile en Madrid y regresó al país en 1948.

Recibió varios premios, entre los que destacaron el citado Nacional de Literatura en 1954 y el de Teatro en 1959.

Obra 

Retrato de Víctor Domingo Silva en 1908.

Sus principales obras son:

  • Adolescencia (1906)
  • El Derrotero (1908)
  • Romancero Naval (1910)
  • Golondrina de invierno (1912, novela)
  • La Pampa Trágica (1921, novela)
  • Palomilla brava (1923, novela)
  • El alma de Chile (1928), antología poética
  • El mestizo Alejo (1934)
  • Poemas de Ultramar (1935)
  • El cachorro (1937)
  • La Criollita

En teatro se destacan:

  • El pago de una deuda (1908)
  • Nuestras víctimas (1912)
  • Las aguas muertas (1921)
  • El Rey de la Araucanía (1936)
  • Fuego en la montaña (1938)
  • Aún no se ha puesto el sol (1950)
  • La tempestad se avecina
  • El hombre de la casa

Filmografía 

FOTOGRAFÍA: Memoria Chilena

TEXTO: Arturo Flores Pinochet

Es propiedad del autor. Derechos reservados.

31 comentarios sobre “VICTOR DOMINGO SILVA, Al Pie De La Bandera

  1. Gracias por la evocación. Este poema lo recité muchas veces en mi escuelita de Arica cuando tenía 8años. mi corazón se llenaba de emoción. Tuve la suerte de tener la poesía como pan de cada día. Mi mamá nos recitaba frecuentemente largos poemas. Así mis hermanos y yo, nos los aprendíamos de tanto escucharlos. Ahora tengo 54 años y escribo poesía y a veces también recito. Es una práctica que llena mi corazón de bellas emociones y me remonta a aquellos momentos de hermoso nerviosismo cuando reciba frente a mis compañeros de escuela. Tal vez esto me oriento a estudiar docencia y ser una feliz profesora. Muchas gracias, a Víctor Domingo y a ti.

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  2. Es muy grato – y siempre lo será – coincidir en los gustos literarios con otras personas. Uno tiende a sentirse, además de acompañado, muy satisfecho. Por ello, me alegra mucho el comentario de Ana Mancilla respecto del comento que hicimos en torno a la poesía famosa de Victor Domingo Silva. Grato porque también nos hace reencontrarnos con aquellos tiempos d estudiantes y el nerviosismo lógico para aprender y luego recitar la poesía de marras. Es bueno recordar, porque permite mirar nuestra vida al través de tiempo y sacar conclusiones, que nunca están de más. Gratifica haber contribuido a un recuerdo de alguien que tambien recitó esta poesía. Un abrazo.

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  3. No conozco desde mi infancia y recuerdo muy bien cómo se me ponía la piel cuando la escuchaba en los actos de mi Escuela N° 247 «Membrillar» ( Santiago de Chile). Hermoso poema. Gracias por publica parte del mismo. Tengo 65 años y aún me hace vibrar de emoción.

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  4. Estimados, no puedo quedar ausente de comentar lo agradable que se siente leer este tipo de comentarios relacionados con la poesía de ayer, tarea tan importante en mis años de niño, tengo poco más de 50 años y soy profesor, enseño con amor en una escuela rural cerca de la ciudad de Chillán, y siempre comento a mis estudiantes esas largas jornada de estudio que en algún momento usé para aprender esta y otras poesías, realmente son gratos recuerdos, hermosos recuerdo literario.

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    1. Tal como decíamos en nuestra crónica, la generación de los que pasaron la curva de los 60 o 70 años de edad tienden a rememorar esas épocas estudiantiles en que nos obligaban a memorizar y declamar poemas, experiencia, muchas veces, para los tímidos, terroríficas. Sin duda, la educación de aquella época era muy distinta a la actual, donde primaban otros conceptos que hoy ya no se dan. Celebramos que aun queden personas que guarden gratos recuerdos de esas experiencia, especialmente de este largo poema.
      Y felicitaciones a los maestros rurales, verdaderos apóstoles de la enseñanza, reales Quijotes en la dura tarea de enseñar lejos de las ciudades..

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  5. Increíble encontrar a solo un clip los más hermosos recuerdos que me enseñaron amar a mi patria por sobre las diferencias. Para mi que la recite al pié de mi colegio con todas formadas en nuestros días lunes y siempre a la sombra de nuestra enseña mi banderita chilena. Doris

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  6. Solamente saludarlo y felicitarlo , Don Jorge Arturo .A mi siempre me gustó la poesía .Ahora que estoy viejo me doy cuenta que desde niño tuve inclinación por ella .Al pasar de curso en la primaria y al abrir el nuevo libro de lectura ,a lo primero que me iba ,era a las poesía .Hoy veo con asombro ,que nadie se acuerda de ninguna de ellas Mis colegas ,viejos como yo ( 73 años) no se acuerdan de ninguna … Cuando yo les digo ..¡ Que linda en la rama la fruta se vé…!.nada… ¡ A un panal de rica miel …dos mil moscas acudieron! ..nada ..Doña primavera , viste que es primor …Dame la mano y danzaremos …tampoco Pareciera que yo no debí estudiar ingeniería ,sino literatura o algo así ..Ahora ,para alejarme del Alzheimer las memorizo todas y las voy repitiendo cuando camino por la calle .las encuentro muy profundas .Si hay algún lector que tenga poesías viejas me agradaría intercambiar lo que tengo GRACIAS DON JORGE POR SU EVOCACIÓN Y SALUDOS

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    1. Don Juan Francisco: Agradezco sus palabras. Ciertamente hay mucha razón en sus palabras. Poco y nada se lee hoy poesía. Aunque es cultivada por muchos chilenos, no se lee ni se vende. Es un curioso fenómeno. La razón, pienso, hay que buscarla en el sistema de vida que se lleva tan zarandeado, rápido, urgente, donde el individualismo impera. Las flores del espíritu, entonces, son un lastre, molestan y no hay tiempo para ella. El trafago actual de la vida todo lo impone. Un saludo cordial.

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  7. Tengo 65 años, y soy profesor de Historia, pero debo reconocer como han ido decayendo entre la juventud, los valores patrios que nos impulsaban cuando niños, a ser buenos ciudadanos, esforzados, valientes, abnegados, forjados en el rigor. Y sin duda, la presencia de la bandera reafirmaba todo ese sentimiento de apego y amor por el terruño, y las ganas de hacer grande a la comunidad, al pequeño pueblo y al país. Si había un honor codiciado por muchos en el Colegio
    era el privilegio de izar la bandera en los días de formación, lo que ahora es visto como molestia por algunos alumnos. ¡Cómo han cambiado los tiempos!!

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  8. Gracias por entregarnos este poema de don Victor Domingo Silva .Como profesora siempre quise que un alumno mio ,la recitara en algún acto público ,pero no logré que el elegido la memorizara completa ,pero para mí ,que amo tanto a mi Patria ,a su historia ,este poema me emociona y me estremece .Recuerdo que una vez, hace muchos años ,una colega de mi escuela ,logró que un alumno muy conflictivo ,recitara este poema en la plaza de armas de Curanilahue .Lo hizo con tanto apasionamiento ,que el juez me comentó ,que el poema recitado ,le había hecho erizarsele la piel .

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    1. En verdad me he llevado una sorpresa con las visitas que he tenido con este poema. Son muchas. Por un lado me alegro mucho, porque me leen, por otro, porque disfrutan con el poema y tercero pienso que, en definitiva, fue todo un acierto rescatarlo desde el olvido. Es una tarea que nos propusimos hace mucho tiempo y que, merced a las redes sociales, hemos conseguido difundir. El poema es muy bueno, patriótico, que llega al alma. En general, quienes lo recuerdan son profesores y ex alumnos de escuelas y liceos. De los antiguos por supuesto. Los actuales no conocen estas flores del espíritu. Me alegro haber concurrido al recuerdo de esta obra, Un abrazo.

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      1. Qué emoción, acabo de buscar una poesía para mi nieto de 11 años y por supuesto cómo no recordar esta preciosa arenga de mis años de preparatoria, hablo de los años 50, aproximadamente 1957
        Fiesta dieciochera en la Escuela N°7, mixta de San Bernardo, ubicada en esos años en la esquina de la calle Arturo Prat con J.J. Pérez, mi compañero Víctor con su voz cambiante, el más alto del curso se para delante de todos y declama vibrante este poema, ¡fue inolvidable!
        Fedora

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      2. Continuamos sorprendidos frente al número de visitas a esta crónica literaria. Gratamente sorprendido., Nunca imaginamos el impacto que provocó en muchos lectores. Tenemos claro que todos ellos son los que ya bordean los 60 y 70. Lo aludo al inicio, porque en la actualidad estas cosas ya no se hacen ni trabajan. Es el precio del progreso material. Agradezco la lectura de nuestra crónica y reitero mi sorpresa frente a las innumerables visitas. Muchas gracias.

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  9. Mis saludos, hace muchos años 1968 o 1969 o muy cercano a esos años aprendimos una poesía, junto con mi hermano, resulta que un día haciendo memoria ambos la recitamos igual, y hoy buscaba su autor y la poesía completa llegué a este sitio. La poesía quedó grabada en mi memoria por siempre y dice así:
    Adónde vas? Dijo la fama
    A Chile dijo la historia
    Voy a conquistar la gloria,
    Voy donde el deber me llama,
    Lejos del mar soy marino
    En las minas soy minero
    En las bombas soy bombero
    El desierto es mi camino
    Y la muerte soy Chileno.

    Así la aprendimos en primero básico y así la recuerdo, nosé si falta algo saludos

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  10. Grandes y bellas emociones transcurren por mi mente al leer este bello poema patriótico dedicado a nuestra bella bandera.
    Escuché este poema en los primeros años de estudios, posteriormente, ya en la secundaria (tengo 77 años) un compañero de curso la recitaba con pasión, con amor por la bandera. Aprendimos esta poesía y muchas más. Hoy escribo algunas poesías y mi redacción siempre tiene algunos tintes de aquello.
    Gracias don Arturo.

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    1. Gracias a Ud. don Guillermo por leerme. Celebro que le haya gustado la crónica literaria y, más aun, que los recuerdos estudiantiles hayan aflorado. Fue una época distinta a la actual, como debe ser el desarrollo, y estas remembranzas nos ayudan a no olvidar el pasado, en especial, las letras y la historias. Un saludo afectuoso.

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  11. Don Jorge Arturo

    Le saluda con especial afecto, Manuel Alfonso Alvarado (cosecha 1953)

    Estudié mi enseñanza básica en el IAE (Instituto Alonso de Ercilla) y luego, en la EAO (Escuela de Artes y Oficios)

    Por tanto, con gran orgullo y agradecimiento a mis Maestros, puedo decir que tuve una educación de excelencia.

    Al igual que a Ud. la mayoría de quienes comentan su apreciado posteo, me llama la atención el inusitado interés por la poesía y buena lectura.

    Será que nuestra generación, está ávida de rescatar y reencontrarse, con esa mágica nostalgia de los tiempos idos….??

    Me encanto éste espacio que Ud. nos abre y quizás, se podría convertir en un lugar de encuentro y rescate, de aquellas tertulias y vivencias de nuestra adolescencia.

    Don Marcelo Moraga, me emociona con “Adónde vas, dijo la fama… a Chile dijo la hiztoria……”

    Eso lo recitaba en sobremesa familiar, mi querida Suegrita Francisca Octaviana Armijo, que ya partió.

    Y también recitaba….

    “Resulta que yo tenía
    Un primo bastante bruto
    Hijo de un Tío Canuto
    A medias con una Tía……”

    Quedará espacio y tiempo aún, para nuestras nostalgias….???

    Gracias a Ud. y un saludo a mis contemporáneos. 🇨🇱🖌️🍷🍷

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    1. Me encanto su reflexión y me agradó mucho más que le haya gustado mi página. Gracias por ello. Sin duda, hay mucha nostalgia por un pretérito que, en punto a educación y cultura, no tienen paragón. Reí con aquello de cosecha 1953. Genial. Pertenezco a la cosecha 1946. Un cordial saludos y agradecimientos por leerme.

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    2. Hola! Sabes que mi abuelo siempre recitaba: “Resulta que yo tenía un primo bastante bruto, hijo de un tío canuto en medias con una tía, quiso la suerte traidora, que al inscribirse en la guardia, en el acto lo llamaron a cargar la cantimplora… etc… yo lo aprendí de él y lo he buscado por todos lados para leer el original y no lo he encontrado 😩 alguien que se lo sepa podría enviármelo a mi correo por favor 🙏🏼
      ileen.standen.a@gmail.com

      Gracias

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